Soñar...solo soñar... sin pensar en lo que pueda pasar, solo son sueños que quiza nunca se hagan realidad.
Una simple fantasia que va naciendo poco a poco en nosotros sin importarle hasta donde pueda llegar, sin poderla parar porque quien sabe alomejor ni nosotros mismos queremos que desaparezca.
Desde pequeños hemos soñado con ser esa princesa encantada que un día conoce a su principe azul. ¿Pero y si llegas al final del camino y él no esta?, entonces... ¿Qué pasara?
Quizá esa persona que nosotros tanto deseamos no sea ese principe, o ni siquiera exista. ¿Quién dice que tiene que ser azul?. Yo quiero que sea gris, ¡SI GRIS!. Con sus cualidades y con sus defectos, una mezcla entre blanco y negro. Al fin y al cabo nadie es perfecto.
Porque verdaderamente lo que quiero encontrar al final del camino, al final de un tunel o a la vuelta de la esquina...es simplemente a esa persona que sea la incomplejidad compleja.
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